Hace poco os hablábamos de que la leyenda del videojuego de E.T ha sido verificada. La pregunta que nos hacemos hoy es ¿Qué se les pasó por la cabeza para realizar una cosa tan extraña?. Cada compañía seguro que tiene una oveja negra dentro de alguno de sus títulos, sin embargo, seguro que en ningún momento se le han pasado destruir ese juego. Atari en su momento fue una excepción.
Cuando la película de E.T salió a la gran pantalla, esta se convirtió rápidamente en un film con un éxito rotundo. Debido a esto, se empezó a pensar que, como película con alto grado de éxito, esta era merecedora de un juego que también fuese un superventas. Atari fue la empresa responsable de esta misión y, por 22 millones de dolares, se hizo con la licencia de la película.
Los problemas para la compañía empezaron en ese punto, ya que Atari decidió sacar a la venta el juego lo antes posible. Lo que era un simple proyecto, debía convertirse en un increíble juego en un plazo de 35 días, no más. Yo no se si fue por voluntad propia o porque eran unos genios en este campo, pero los encargados de desarrollar el juego no superaban la friolera cifra de....¿Cuál es el número mínimo de personas que se necesita para realizar un juego?, ¿20? o ¿15?. Atari se puso en aquel momento en modo hardcore y puso a esa tarea a 3 personas. Pero eso no es lo peor porque, de esa tres personas, una de ella era el compositor de la banda sonora y otro era un diseñador gráfico, que hay que reconocer que hizo un buen trabajo (ironía mode: on).
Al final casi todo el proceso de desarrollo estuvo en manos de Howard Scott Warshaw, el desarrollador principal y único del juego. Según Howard, fue unas tres semanas muy duras y agotadores, sin embargo, fue capaz de sacar el juego en la fecha acordada. A Atari le interesaba lanzar al juego al mercado en la fecha acordada, sin pensar un momento si el juego iba a ser malo o no.
En ese momento todo fue a peor: el juego se volvió en una catástrofe y fueron incapaces de salvar las perdidas. En el segundo trimestre la empresa tubo unas pérdidas de uno 300 millones de dolares, a lo que se sumó unos problemillas que el presidente tuvo con unas operaciones ilegales.
En el los últimos momentos de vida de la compañía, se decidió enterrar este gran error en un desierto de Nuevo Méjico. James Heller fue el encargado, en 1983, de enterrar cientos de miles de cartuchos del juego. Según recuerda él en para la cadena KBOI el solo cumplía ordenes y lo hacia por trabajo.
“Yo estuve encargado de deshacerme de ellos lo más rápido y económicamente posible y así lo hice. Ese era mi trabajo”,
“Había muchas cosas escritas: que se hiciera a media noche, no es que Atari estuvieran tratando de ocultar algo, no era eso”, comentó. “Se trataba sólo de mi trabajo”
Todo el mundo sabe cuál fue el resultado de esta acción. Esta historia se convirtió en leyenda (y la leyenda en mito =]) y hace pocas semanas un equipo de excavación decidió buscar estos cartuchos casi 30 años después de que los enterrasen. Centenares de cartuchos de E.T. fueron sacados a la luz, y algunos de Centipede y al fin se pudo comprobar la veracidad de esta historia.
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